Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

martes, 22 de marzo de 2016

Comunicado sobre los refugiados.

Refugiados


COMUNICADO DEL CONSEJO DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE LA
 ORDEN MASÓNICA MIXTA INTERNACIONAL LE DROIT HUMAIN – EL DERECHO HUMANO
Madrid, 16 de marzo de 2016
La crisis humanitaria que se está planteando en Europa en relación con los refugiados que huyen de la guerra de Siria, de Irak, Afganistán o Eritrea, está poniendo de manifiesto cómo nuestra teórica comunidad de naciones puede hacer dejación de sus principios con la misma velocidad que conculca la legislación, propia o internacional, en materia de protección de Derecho Humanos.
Nuestros responsables políticos pretenden hablar de migraciones motivadas por cuestiones económicas o sociales, cuando lo que se está planteando es la inexcusable obligación de acoger a quienes sufren los efectos de conflictos  generados con la connivencia, incluso complicidad, de la propia UE. Hablemos por tanto de REFUGIADOS, REFUGIADOS QUE NUESTRA SOCIEDAD ESTÁ PROVOCANDO.
La inexistencia de líderes europeos que se planteen la Europa de las personas por encima de la Europa de los mercados,  está en la base de la actual situación; pero ésta evidencia no puede servir como disculpa para la inacción o el desprecio absoluto a las más elementales obligaciones éticas y morales, algo que por otra parte nos concierne a todos como ciudadanos de esta Europa devenida en insolidaria, en la que ahora se desprecia a los ajenos tras haberlo hecho con los propios. Recordemos el trato vejatorio dado a las poblaciones de Estados miembros como Irlanda, Grecia, Portugal, España o Italia, lo que de alguna manera alimentó las posiciones xenófobas que  resurgen en nuestro viejo continente.
Es evidente que Europa se enfrenta a una gran crisis humanitaria que ella ha contribuido a crear.  Pero únicamente desde la aplicación de principios éticos, y la puesta en práctica de los valores sobre los que se ha construido el ideal europeo, indisociables de una manera de entender la convivencia y el respeto a los Derecho Humanos por encima de los intereses económicos, será posible encontrar la solución. Solución incompatible con el retroceso en la ampliación de los derechos ciudadanos conseguidos, como la libre circulación de personas, y que en estos momentos se encuentran en cuestión por la actitud de algunos gobiernos europeos empeñados en levantar nuevos muros y alambradas.
La obligación de los Estados miembros de la UE de respetar la Convención de Ginebra de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados, y muy especialmente el principio de non-refoulement (no devolución), es un derecho consagrado por los convenios internacionales y el derecho consuetudinario  y ha de estar por encima de los interese políticos de los actuales representantes de nuestros países; asimismo, el Artículo 4 del Protocolo IV al Convenio Para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, que taxativamente prohíbe las expulsiones colectivas, ha de ser respetado en su literalidad.
El Consejo de la Federación Española de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain-El Derecho Humano, quieren hacer un llamamiento, no a la sociedad que sabemos perfectamente concienciada, si no a sus representantes políticos para que, en aras de la responsabilidad que tienen adquirida, exijan a la Comisión Europea los esfuerzos necesarios para dar acogida de una manera digna a quienes, recordemos, huyen de conflictos bélicos y situaciones de emergencia que hemos contribuido a crear, y les exigimos que pongan todo su empeño en lograr el fin de  los mismos, lo que permitirá que la inmensa mayoría de estos hermanos puedan regresar a sus hogares.


La Libertad, Igualdad, Fraternidad y Laicidad, han de volver a ser la piedra de toque para una nueva construcción de la ciudadanía.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Comunicado sobre los atentados de París

federacion-iconoLa Federación Española de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain – El Derecho Humano, expresa su más enérgica repulsa y condena ante los execrables crímenes sin sentido, cometidos en el corazón de Francia por la ignorancia y el fanatismo.
Quiere también mostrar su más absoluta solidaridad con las víctimas y con sus familiares, así como con todo el pueblo francés que está sufriendo la zarpa del integrismo más radical, y desea un rápido restablecimiento de los heridos.
Se pone a disposición de la Federación Francesa de nuestra Orden, y de todas los Hnas. y Hnos. masones de Francia,  para mostrarles que los eslabones que nos unen con ellos son, en momentos como estos,  más fuertes y sólidos que nunca.

domingo, 10 de mayo de 2015

A vueltas con las identidades

En esta ocasión, una novela “Como el viento entre los almendros” de la autora norteamericana judía Michelle Cohen Corasante, viene a confirmar las tesis y, sobre todo, las únicas soluciones posibles a la violencia engendrada por las “identidades asesinas”, de Amin Maalouf. Asimismo, también tiene que ver con ese niño indio que escribía que la educación es la única manera de lograr la libertad, autores que nos estimulaban a reflexionar en anteriores entradas del blog.

El trasfondo de la ficción es una situación concreta de terrible y continuado sufrimiento que aún no sabemos por cuánto tiempo será uno de los conflictos bélicos más largos y desoladores  del planeta. Es el conflicto palestino-israelí.

Comienza la historia en 1949 y llega hasta nuestros días teniendo como hilo conductor la vida del Ishmad, un niño de 12 años de una pequeña aldea palestina, que gracias a su extraordinario talento para las matemáticas y el apoyo incondicional de su padre y su profesor de escuela, llega al mayor reconocimiento que pueda conseguir un científico: el premio Nobel. Entretanto, pobreza, miseria, injusticia, odio, fanatismo, crueldad, violación, miedo, desolación, muerte, van jalonando su vida, una vida de supervivencia ganada a base de un tesón inquebrantable y la esperanza de que el entendimiento entre quienes mantienen posturas enfrentadas es posible.

Quien encarna en la novela los principios morales que estaban en la base del ensayo de Maalouf, es el padre, que, a pesar de la distancia y mínima comunicación entre ellos impuesta por un arresto de más de una década en la peor cárcel imaginable, está siempre presente. Y son esos principios los que conforman lo que será la esencia moral del joven que se plasman cotidianamente en sus pequeñas decisiones y acciones en pro de la paz y el entendimiento de quienes, de entrada, están condenados a jamás caminar juntos: palestinos y judíos. Pequeñas pero en muchas ocasiones heroicas acciones, increíbles en nuestro mundo occidental en un niño de 12 años.

Es la esperanza en el logro de un mundo en el que todas las personas, sean cuales sean sus credos, religiones, lenguas o culturas, puedan convivir pacíficamente e incluso compartir, lo que movió a la autora a escribir la novela.

Podemos preguntarnos por la influencia que pueden ejercer libros como este y llegar a conclusiones desesperanzadas. Sin embargo, si logra que una pequeña parte de sus lectores se conmocione por la historia, lo cual es fácil por su estilo narrativo equilibrado que emociona pero no ahoga, seguramente esas personas, cuando escuchen noticias o vean imágenes de este y otros conflictos, sus oídos y sus ojos captarán un mensaje de imposibilidad de llegar a la solución por medio de la violencia.

Harina de otro costal es trasladar ese convencimiento a uno mismo para analizar las múltiples tensiones y violencias, de magnitudes mínimas comparadas con las que se narran en la novela, a las que estamos todas las personas sometidas en nuestros entornos cotidianos y afrontarlas con la generosidad que requiere intentar comprender a quien piensa y cree de manera diferente y buscar puntos de encuentro para poder caminar y actuar juntos por la senda de la concordia. Y esa es la tarea de las pequeñas gentes que somos, esa será nuestra pequeña pero importante aportación a la paz mundial.

PML

jueves, 30 de abril de 2015

POBRES.


Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen tiempo para perder el tiempo.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen silencio ni pueden tenerlo.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen piernas que se han olvidado de caminar, como las alas de las gallinas que se han olvidado de volar.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que comen basura y pagan por ella como si fuera comida.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen el derecho de respirar mierda, como si fuera aire, sin pagar nada por ella.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen más que la libertad de elegir entre uno y otro canal de televisión.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que viven dramas pasionales con las máquinas.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que son siempre muchos y están siempre solos.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que no saben que son pobres.


EDUARDO GALEANO

miércoles, 29 de abril de 2015

In memoriam EDUARDO GALEANO


"Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en llovizna cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.


Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la
liebre,
muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica
roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que les mata.


Eduardo Galeano

lunes, 27 de abril de 2015

"La magia de la educación"


 “La educación es lo más parecido a la magia que existe en el mundo. Nada puede transformar la vida de una persona como lo hace la educación. Infunde confianza y permite que la persona descubra su propia voz. Además de beneficios obvios, como una mejor forma de vida y una vida más positiva, la educación contribuye a mejorar la sociedad en general: una sociedad en la que cada uno es consciente de sus derechos y de sus obligaciones.”

Nivasini, alumno indio de secundaria.

Recientemente he visto un reportaje televisivo en el que, durante el periodo de 21 días de convivencia en una comunidad menonita instalada desde principios de siglo XX en Mexico, la autora, una joven periodista española, va mostrando la vida de este grupo que ha persistido gracias a unas severas normas cuyo objetivo es su pervivencia como grupo manteniendo sus costumbres y forma de vida enormemente diferente a la cultura occidental de donde surgieron y en donde están insertos, aunque solo territorialmente.
Es un grupo cuyo fundamento y clave identitaria es su particular entendimiento de la religión cristiana. Todo gira en torno a la religión para la que lo importante es el mantenimiento del grupo fuera de influencias externas. Es más fácil no pecar por desconocimiento que por enfrentarse a situaciones que pueden estimularlo, podría ser una síntesis muy simplificada de los principios que les hacen ser tan diferentes y estar tan aislados de su entorno.

El tiempo en sus comunidades quedó paralizado hace siglos, cuando el sacerdote católico anabaptista Menno Simons, a finales del S. XVI, comenzó su propagación a lo largo de Europa.
El aislamiento mantenido, entre otras cosas, por no hablar otro idioma que el llamado bajo alemán, variante antigua que solo ellos conocen; la situación de la mujer en su papel de abnegada madre y ama de casa, siempre dos pasos por detrás del varón; la negación absoluta del progreso, todo ello y más, dirigido y reglado por el lider religioso de la comunidad, me han impresionado.
Pero lo que me ha sobrecogido más es la escuela, a la que los niños acuden hasta los 12 años cinco horas diarias, en la que no hay más libro que la biblia, en donde lo único que aprenden que no sea cantar salmos o leer para conocer el libro sagrado, es unos rudimentos de cálculo para saber cuántos adobes hacen falta para construir sus casas o para llevar la mínima contabilidad para la venta de sus productos. Escuela en donde no les enseñan nada, absolutamente nada, que pueda ubicarles en el mundo en el que viven para que así no tengan interés por salir de él, y conseguir que sean, como sus padres, mansos observadores y defensores del fanatismo de sus líderes religiosos.
En estas fechas ando consultando los trabajos que desde 2011 se están realizando con el auspicio de las Naciones Unidas para preparar la “Agenda para el desarrollo después de 2015” que pretende ser la continuadora y renovadora del programa “Objetivos del Milenio” de la misma institución que finaliza este año. En un informe preparatorio de la Agenda sobre la educación codirigido por la UNESCO y UNICEF, además de un análisis de la situación mundial de gran interés que pone de relieve que la educación era uno de los objetivos del milenio que no se han conseguido, leo lo que va como entradilla de esta reflexión. Su autor es Nivasini, un niño indio alumno de educación secundaria, y no puedo por menos que pensar con enorme tristeza en esas niñas y niños menonitas que son educados precisamente para lo contrario que Nivasini aspira, para no ser libres.
______
PML