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Salón de los pasos perdidos. Facultad de Derecho, Universidad de Buenos Aires. |
Or.·.
de Zaragoza, febrero 2013. (E.·.V.·.).
Aunque la verdad es que los Masones no
solemos ser muy puntuales, siempre hay una intensa actividad en el Templo antes de la Tenida.
Los ApAp.·. son los más activos. Distribuyen
en Logia las herramientas, libros y símbolos que serán necesarios
para realizar el Trabajo posterior, supervisados por su Vig.·. y por el
Gr.·. Exp.·. . Aprenden el dónde, el cuándo y el por qué de cada objeto; su emplazamiento y orientación espacial dentro del Templo.
Es un mensaje sencillo que va calando en ellos poco a poco como la lluvia fina
y nos recuerda a los demás aquello que no debemos olvidar.
Están contentos porque el trabajo va a
comenzar y participan en su preparación.
El Libro de Presencias está abierto en el
lado derecho de la puerta. Antes de entrar a trabajar debemos grabar en él
nuestra marca de cantero. Así todos
los que participan en el trabajo de ese día quedarán reflejados en la Historia
del Taller. Es importante hacerlo porque cada Tenida es emoción, alegría, brillo..... aunque también conlleva riesgos. Levantar
grandes bóvedas, arcos apuntados, contrafuertes, triforios...... es una alarde
de arquitectura, de verticalidad y de ligereza, pero la obra es arriesgada y
podemos cometer errores. No
importa: aprenderemos mucho de ellos.
Los MM.·. entretanto se reúnen en Consejo o
comentan cuestiones puntuales del trabajo y de la vida.
Todos: ApAp.·., CompComp.·. y MM.·. tenemos muchas cosas que
contarnos. Nos saludamos con afecto y fraternidad, es una alegría volver a
vernos para, además trabajar juntos.
Es también en Pasos Perdidos donde procedemos
conscientemente a decorarnos con nuestros ornamentos: guantes blancos,
mandiles, bandas y collares. Según
los grados. Aquí todo es símbolo.
El Gr.·. Exp.·. dentro del Templo, después de
supervisar su correcta preparación, reanima simbólicamente la Luz Eterna con la
punta de su espada. Una luz permanentemente encendida que
guarda en su llama toda la vida de la Logia.
En el interior el Gr.·.Exp.·. y el GT.·.
cruzan sus espadas en las ColCol.·. para evitar que entre en el Templo todo
aquello que no sea necesario o pueda obstaculizar la buena marcha de la
jornada.
Mientras, el M.·. de Cer.·. reagrupa en Pasos
Perdidos a las HHª.·. y HH.·. solicitando un tiempo de reflexión. Es momento
para despojarse de los metales.
Vamos a entrar. Todo está preparado.
Precedidos de un imprescindible tiempo de
silencio, los ApAp.·. en primer lugar, anunciados y conducidos por el M.·. de
Cer.·. se dirigen en procesión a la puerta entreabierta, traspasando el umbral.
Al llegar entre ColCol.·. las espadas se abren formando un pasillo de acero. Ocupan
poco a poco su lugar.
Después de los ApAp.·. entran los CompComp.·.. Más tarde los MM.·. y Of.·. del Taller ocupan también sus lugares y sitiales. Esperan en pie y en silencio, sin orden,
sin signo, la llegada de la V.·.Mª.·..
Ésta es anunciada.
Entra en el Templo precedida
por el M.·. de Cer.·. que porta en su mano izquierda un candelabro con tres
luces alumbrando los pasos que dirigen la Logia. Es luz efímera que se apaga
cuando ocupa el Sitial.
Seguidamente, el M.·. de C.·. se dirige al
Occidente para recoger al H.·. Gr.·. Experto mientras el G.·.T.·. cierra silenciosamente
las puertas.
Durante este tiempo el Gr.·.Exp.·., el M.·.
de Cer.·. y el G.·.T.·. son los únicos que portan sus herramientas, dos espadas
y una vara, como responsables de la correcta ejecución de la entrada.
Aquí todo es símbolo: el Trabajo va a
comenzar.
Ana M.·.M.·.
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