Un soneto
Un soneto
me pide el Venerable
y sugiere que
del Solsticio verse,
lo que
implica por tanto detenerse
y girar en la
ruta inabarcable
que traza el
sol en curva formidable
por el cosmos
sin fin, para mecerse,
mostrando
cómo puede uno entenderse
y que el
ciclo vital es manejable.
Sobre todo
dotados de herramientas,
de símbolos
que indican el camino
y de luces
que alumbran la escalera
de una
Hermandad que no te pide cuentas
que comparte
gozosa ese destino
de eterno
resurgir que nos espera
Cobra.·.
Solsticio
2010
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